Шувалова А. А.

 Шувалова А. А.

Научный руководитель: ст. преп. Свистунов А. С.

(г. Севастополь, РФ) 

DIDÁCTICA Y PRÁCTICA: ¿EN QUÉ MOMENTO EL APRENDIZAJE SE VOLVIÓ INSOPORTABLEMENTE ABURRIDO Y HAY ALGUNA FORMA DE SOLUCIONARLO?

Los intentos de plantear tareas innovadoras y creativas a los estudiantes han aparecido muchas veces en la larga historia de la didáctica. Sin embargo, las últimas décadas han sido excepcionalmente fuertes y dinámicas en este tipo de actividades. Cada vez es más frecuente que los profesores creen y pongan en práctica sus proyectos didácticos no sólo sobre la base de los conocimientos adquiridos durante sus estudios o cursos de actualización docente, sino bajo la influencia de diversas inspiraciones creativas procedentes del mundo del cine, los libros o el arte [1, p. 60]. Los profesores para los que los retos que plantea la educación creativa son las cuestiones clave deberían hacer todo lo posible para que las tareas que requieren actividades no estándar de los estudiantes se conviertan en algo cotidiano en sus institutos. Todos los proyectos educativos, de acuerdo con las normas de la educación moderna, deberían, por regla general, plantear al alumno problemas que requieran una investigación analítica y soluciones no convencionales.

Ejemplos de iniciativas educativas que desarrollan la creatividad de los alumnos

El colegio moderno sigue siendo con demasiada frecuencia un modelo cerrado. Se dedica demasiado margen en él a la enseñanza y al aprendizaje de contenidos sustantivos en detrimento del aprendizaje del pensamiento.

Un colegio así da a sus estudiantes muy pocas oportunidades de desarrollar su creatividad, a pesar de que ese potencial está ciertamente latente en ellos. Para despertarlos, se necesita un profesor a la altura de la creatividad que, en primer lugar, vea y aprecie sus capacidades creativas. Se busca un profesor que sea capaz de encontrar la manera de desarrollar el potencial que se encuentra y las oportunidades que están adormecidas en los estudiantes [2, p. 96].

Crear una atmósfera para el desarrollo de la creatividad en el colegio significa dejar al alumno libertad y autonomía de acción, así como consentir sus errores, experimentos y la asunción de riesgos.

Un ejemplo de este tipo de retos para los estudiantes pueden ser los deberes que los estudiantes de un instituto italiano de Fermo recibieron para sus vacaciones en 2015. En Italia, debido al clima de esta parte de Europa, los estudiantes disfrutan de tres meses de vacaciones. Durante las vacaciones (para que no se olviden del colegio) se les ponen deberes de muchas asignaturas en forma de varios ensayos, una rica lista de lecturas, la tarea de preparar varios proyectos y resolver una extensa lista de ejercicios de matemáticas. Algunas publicaciones escolares incluso preparan ediciones especiales de tareas de verano.

Los estudiantes de un instituto especializado en humanidades que aprenden italiano, impartido por Cata, llevan a cabo diversas y singulares iniciativas. Una de ellas son los deberes para las vacaciones, formulados en una lista que contiene 15 puntos.

La primera tarea requería que el estudiante diera un paseo por la orilla del mar en completa soledad un par de veces por la mañana; que mirara cómo se refleja el sol en el agua y que pensara en las cosas más queridas del mundo, para sentirse feliz. La segunda consistía en intentar utilizar las nuevas expresiones que el alumno había aprendido ese año; cuanto más podía decir, más podía pensar y más libre era. La tercera tarea consistía en leer, ya que era la mejor forma de rebelión que podía tener el estudiante: leyendo se sentiría como las golondrinas en vuelo. La cuarta pedía evitar todas las cosas, situaciones y personas que provocaran sentimientos negativos o de vacío. El quinto aconsejaba al alumno que no se preocupara si se sentía triste o asustado, ya que el verano, como todas las cosas bellas, podía causar confusión en el alma de las personas.

Al mismo tiempo, asignaba la tarea de intentar llevar un diario que describiera el estado de ánimo del alumno, y en septiembre – si le apetecía hacerlo – se podría leer como el siguiente punto. El sexto ejercicio consistía en ver al menos un amanecer en soledad. El séptimo pedía no avergonzarse de bailar. La octava tarea era no jurar. El noveno punto de la tarea era ser amable. La décima pedía ver buenas películas con diálogos conmovedores. La undécima tarea era repasar los apuntes de las clases de italiano del alumno. La duodécima tarea era practicar mucho deporte. El decimotercero aconsejaba al alumno que si se encontraba con una persona que le hiciera daño hablara de ello con franqueza. El decimocuarto punto pedía al alumno que fuera alegre como el sol y desenfrenado como el mar. Y el último, el decimoquinto, decía a los alumnos que se comportaran. Los deberes construidos de esta manera contienen ciertamente no sólo los supuestos teóricos del trabajo creativo con los alumnos en el proceso educativo que he descrito anteriormente, sino que también se refieren a actividades prácticas concretas en su forma. Se trata de tareas de carácter innovador, no convencional, no esquemático y que requieren que los alumnos creen un proyecto independiente durante su realización.

 

ЛИТЕРАТУРА

1. Edwards, C. The Hundred Languages of Children: The Reggio Emilia Experience in Transformation. / C. Edwards, L. Gandini & G. Forman (Eds.). – ABC-CLIO – 2011. – 60 p.

1. Renzulli, J. S. Light up your child’s mind: Finding a unique pathway to happiness and success. / J: S. Renzullui & S. M. Reis. – Little, Brown – 2009. – 96 p.

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